En el patio de casa, un día de julio apareció un tigre. Un tigre rayad o y peligroso. Y tenías que andar con mucho cuidado porque allí donde encontraba un poco de carne, íñaca! te clavaba el aguijón. Era un tigr e muy molesto, pesado y pequeño, pequeño como íun mosquito! Unos tig res diminutos como mosquitos invaden el pueblo de San Atorio. Los veci nos tienen que exprimir el cerebro para encontrar una solución a la pl aga si no quieren acabar llenos de picaduras.